Reseña: Gin Fizz de Jane Kelder

¡Hola, hola y feliz día!
Hoy estamos a Miércoles y, como os comenté en el último vídeo, os traigo una de las reseñas pendientes que tenía para publicaros.

Hablamos de…

Gin Fizz de Jane Kelder

Nueva York, 1953. Liv Joyner y Óscar Hancock son decoradores y rivales profesionalmente. Liv sospecha de que Hancock no juega limpio para conseguir sus contratos y decide contar a un investigador privado: Jack Bradley. Lo que ella no sabe es que Jack y Hancock son la misma persona, ya que él se ha acercado a ella con intención de averiguar el nombre del pintor con el que trabaja y hacerse con sus cuadros. Hasta el momento, solo conoce sus iniciales, G.F, por lo que en su oficina lo llaman «Gin fizz». Una comedia delirante y vertiginosa, con secundarios extravagantes y divertidas situaciones que recuerdan a las comedias americanas de los años 50.

Una comedia romántica con dosis de risa y enredos a partes iguales, ágil y muy fácil de leer…

OPINIÓN PERSONAL

Ante todo, hay que decir, con la sinopsis te despistas un poco, ¿cierto? ¿Qué es eso de que Jack y Hancock son la misma persona? Bien: la historia empieza con un proyecto: la remodelación del Hotel Edén del que, nuestros protagonistas Olivia Joyner y Oscar Hancock, quieren ser quienes lleven a cabo toda la obra. Olivia porque esto supondría un enorme salto para dar a conocer su talento y su empresa y Oscar, por su parte, para asegurarse uno más de sus éxitos.

Ambos presentan sus propuestas pero, en el turno de Liv, le hacen saber que Hancock ya ha intervenido y ha conseguido, de una forma poco diplomática (aunque esto ella no lo sabe), que la nueva obra del Hotel Edén correrá a cargo de la firma Hancock.
A Liv todo esto le huele mal y sin pensarlo dos veces, decide contratar a un detective privado para que investigue a Oscar y sus malas artes.
Peeeeeero, la cosa se complica.
Hancock necesita saber de quién son los cuadros que Liv presenta en su proyecto y del que la directora del hotel se ha enamorado y, al ir a verla para, quizá, colaborar juntos, es cuando la secretaria de Liv lo confunde con el detective.
Y empieza toda la trama.

Oscar Hancock empieza a verse con Olivia haciéndose pasar por el detective Jack Bradley, ya que sólo quiere saber el autor de los cuadros. En cuanto sepa de quién son las siglas G.F. (al que bautizan Gin Fizz, de ahí el título), lo dejará estar y cada uno a seguir con su vida. Pero lo que no sabe es que, en primer lugar, las mentiras se van haciendo cada vez más y más grandes y, en segundo, que Olivia es una mujer muy interesante…

Escrita en tercera persona, es una novela romántica muy fresca, donde Kelder me ha sorprendido mucho por su pluma sencilla y sin complicaciones.
Me ha gustado mucho el ambiente, la sociedad de los años 50, donde nuestra protagonista destaca por ser una mujer poco corriente: una mujer que no se conforma con cualquier cosa, que aspira a ser más y a crecer en un mundo de hombres.

Oscar también ha sido uno de los personajes interesantes, con esa nota de arrogancia, pero no tan malo como parece por fuera (quizá 😉). Ahora bien, me ha encantado la abuela de Liv, Gilda. Me parece un personaje genial. Una mujer ya entrada en año, con un espíritu joven y una actividad propia de una quinceañera. ¡Me encanta Gilda! 😆
Y qué decir de Harry… Más ambicioso, quizá, que Oscar, con algún que otro problema de TOC…

Recomendada para pasar un muy buen rato. Una novela con una historia muy fácil y entretenida, con un entorno muy bien marcado con, además, tensión y risas.

¿Lo habéis leído o queréis hacerlo?
¡Contadme! 😀

4 comentarios en “Reseña: Gin Fizz de Jane Kelder

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